Mal olor de la arqueta: un gran inconveniente que suscita grandes dudas respecto a cómo prevenir y atajar el problema. En este post te contamos por qué ocurre y cómo podemos solucionar el problema.
Sale mal olor de la arqueta y no sabemos por qué
No hay que olvidar que las arquetas comunitarias recogen las aguas residuales de todos los vecinos para su traslado y gestión, aquellas que transcurren por las conocidas como bajantes. Tampoco, que estas se encuentran bien dentro del edificio, bien en las inmediaciones de las fincas. Por todo ello, cualquier problema derivado de una arqueta repercute seriamente en la comunidad, ya sea por la aparición de malos olores, por la obstrucción de las cañerías o desagües o por la aparición de filtraciones o humedades.
La carencia de tapas estancas: un buen motivo de por qué sale mal olor de la arqueta
No tener tapas estancas, independientemente de qué tipo de arqueta estemos hablando, siempre es un problema. Aunque, evidentemente, las arquetas sifónicas, aquellas que evitan que los residuos sólidos pasen a la red general de saneamiento, o las arquetas de reunión, que acogen otros conductos individuales, sean las que más adviertan su ausencia.
Y es que, contar con tapas para arquetas estancas y anti olores que, además, se puedan fijar correctamente mediante tornillos, es vital para el control de olores en sistemas de saneamiento, sobre todo de aquellos que gestionan grandes caudales, como es el caso de comunidades con numerosos vecinos.
Tipos de tapas estancas para controlar el mal olor de la arqueta
Las tapas 100 % herméticas suelen incluir una junta de sellado, diferentes acabados y las hay, incluso, que soportan el tránsito de vehículos. Es decir, las encontramos de todo tipo, dimensiones y propiedades.
Sin embargo, lo importante es que eviten la propagación de malos olores e incluso las inundaciones como consecuencias de riadas o posibles reflujos de agua o residuos propios de las redes de saneamiento.
Antiguamente, las tapas de arquetas se sellaban si daban problemas. Se empleaba para ello materiales como la silicona, sin embargo, el método tan solo resultaba satisfactorio durante un corto periodo de tiempo.
Las estancas y fabricadas en aluminio son la opción idónea actualmente por su durabilidad y prestaciones frente a escapes de gases o líquidos.
Toda tapa estanca de arqueta ha de cumplir con la norma UNE-EN 1253 relativa a la colocación de tapas en interiores. Dicha norma establece una clasificación de las tapas en función del lugar de instalación y el nivel de resistencia que se debe cumplir:
A-15: zonas verdes y de paso para personas.
B-125: zonas peatonales y aceras pero con una carga de rotura de hasta 12,5 T.
C-250: arcenes y aparcamientos.
D-400: zonas de tránsito de vehículos ligeros y pesados.
E-600: zonas para una carga de rodadura importante y tráfico intenso.
F-900: zonas de carga de tráfico excepcional como aeropuertos, muelles y similares, con una carga de rotura de hasta 90 T.
La estanqueidad también queda catalogada:
- Clase Wt: impiden la entrada de agua de lluvia.
- Clase Ot: impide la salida de malos olores.
- Clase Bt: impide el reflujo.
Existen otros motivos por los que una arqueta comunitaria puede desprender mal olor, como por ejemplo su colapso. En este caso, los vecinos deberán contar con ayuda profesional. Un equipo experto de fontaneros acostumbrado a desatascar y limpiar adecuadamente arquetas con el fin de garantizar un correcto funcionamiento y el nivel adecuado de salubridad.