Cómo arreglar un grifo que pierde agua, uno de esos pequeños dilemas domésticos a los que muchos se enfrentan con más frecuencia de la que sería deseable. Los grifos son, en efecto, uno de los puntos débiles de los sistemas de fontanería domésticos, y pueden sufrir muchos tipos de averías. Pero en este artículo vamos a centrarnos en la que probablemente es la más habitual: las pérdidas de agua, el clásico grifo que gotea.
El agua que llega hasta nuestras casas no suele ser de muy buena calidad. Con el tiempo, termina desgastando las partes móviles de los grifos. Es un fastidio, pero es inevitable. ¿Qué hacer, entonces?
Cómo arreglar un grifo que pierde agua
Para arreglar un grifo que pierde agua, el proceso es, en realidad, muy sencillo: lo primero es desmontar el grifo en cuestión para extraer el cartucho cerámico que hay en su interior. Ese suele ser el problema, casi siempre. Aquí es donde comienza la lotería: dependiendo de la marca y el modelo de tu grifo, puede que encuentres un nuevo cartucho cerámico en una ferretería o tienda de bricolaje. Si no, por desgracia… tendrás que cambiar todo el grifo.
En el caso de que el goteo se produzca por debajo del fregadero o en el interior de lavabo, lo más habitual es que el problema sean los latiguillos. Tienden a aflojarse con el tiempo, pero solucionarlo es tan simple como apretarlos de nuevo con una llave inglesa, una de las herramientas imprescindibles que deberías tener en tu equipo doméstico de fontanería. Si eso no soluciona el problema, deberás cambiar los latiguillos, nuevamente en cualquier ferretería o tienda de bricolaje. Asegúrate de llevar contigo la muestra de lo que necesitas.
Los grifos de casa pueden dar no pocos problemas, pero por suerte este es uno de los más sencillos de solucionar. En caso de que te enfrentes a una avería más complicada, recuerda lo que te decimos siempre: no te la juegues, recurre a un profesional.
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